DIRECTOR

Francisco Vargas Quevedo

Don Plutarco, su hijo Genaro y su nieto Lucio llevan una doble vida. Por una parte, son humildes músicos rurales; por otra, apoyan activamente al movimiento guerrillero campesino contra el gobierno opresor. Cuando el ejército invade el pueblo, los rebeldes deben huir y abandonar las municiones. Haciendo valer su apariencia de inofensivo violinista, don Plutarco tiene un plan: recuperar las municiones escondidas en su maizal. Su música embelesa al capitán, pero falta recoger las municiones...

Antes de dedicarse al cine, Francisco Vargas Quevedo (México, 1968), produjo programas radiofónicos para la promoción y preservación de la música tradicional mexicana. Conejo (1999), su primer cortometraje, se forjó una sólida reputación en el circuito internacional de festivales. En 2004 dirigió el documental Tierra Caliente... se mueren los que la mueven.

El violín (2005) es su primer largometraje y obtuvo el Premio Casa de América a la Postproducción y el Premio Signis dentro de Cine en Construcción 8, y fue seleccionado para la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes, obteniendo Ángel Tavira el Premio de Interpretación Masculina.

El cineasta habla acerca de lo que le inspiró escribir el guión de su ópera prima: “Siempre había tenido ganas de escribir un guión sobre la realidad oculta de México, sobre los que Luis Buñuel llamó “Los olvidados” en 1950. Para hacerse oír, esas voces olvidadas recurren incluso a las armas. Además de las numerosas guerrillas y conflictos de América Latina, me inspiró una novela de Carlos Prieto donde se narran las increíbles aventuras de un violonchelista. La fuerza de este músico, que va cada día al campamento enemigo para tocar el violonchelo que le confiscaron hasta conseguir que se lo devuelvan, me marcó y se me quedó grabada. Me recordó toda la literatura en que la música y la guerra entran en un peligroso juego dialéctico”.

Para el realizador, El violín “es una protesta por el México escondido, el de unas voces ahogadas que acaban por tomar las armas para hacerse oír. Es una película que plantea preguntas que se han quedado sin respuestas. Es increíble que la violación de los derechos humanos, la marginalidad, la miseria de millones de personas, la represión armada, la carencia de democracia o de justicia social sean los grandes temas ausentes de los discursos políticos”.

En cuanto al trabajo del sonido, el cineasta explica: “Queríamos obtener un máximo de ambientación natural. Enfoqué el diseño del sonido hacia un empobrecimiento progresivo para marcar un crescendo muy sensible desde el silencio hasta la música. Quise que el espectador sintiera el peso del silencio del bosque donde se esconde la guerrilla, de los gritos desgarradores de los pájaros, de la profundidad de la vida nocturna. El espectador escucha el espesor del silencio de los oprimidos. Escucha la pesada amenaza de las armas de los militares”.

(Declaraciones de Francisco Quevedo tomadas de entrevista en www.mundocine.net)

Premios
º Premio C.I.C.A.E. 2005, Film in Progress.
º Premio Casa de América, 2005.
º Premio SIGNIS 2005, Film in Progress.
º Festival de Cine de Tesalónica 2006: Premio Valores Humanos.
º Festival de Cine Internacional de Sâo Paulo 2006: Premio Especial del Jurado a Francisco Vargas y Mención Especial a Ángel Tavira.
º Festival de Cine de Cannes 2006: Un Certain Regard, Premio al Mejor actor a Ángel Tavira.
º Festival de Cine Internacional de San Sebastián 2006: Premio Horizontes – Mención Especial.
º Festival de Cine Latinoamericano de Huelva 2006: Colón de Oro a la Mejor Película y Colon de Plata a la Mejor fotografía.
º Festival de Cine de Gramado 2006: Premio del Público y premio del Jurado a la Mejor Película y Mejor guión.
º Festival de Cine de Cartagena 2007: Premio India Catalina a la Mejor Fotografía y al Mejor Guión.
º Festival de Cine Latinoamericano de Lima 2007: Mejor Ópera Prima.
º Premios Ariel, México 2007: Mejor Ópera Prima, Mejor Guión Original y Mejor Actor de reparto (Gerardo Taracena).
º Premios ACE 2008: Mejor película y Mejor director.