SINOPSIS
En un pueblecito francés, el 24 de junio de cada año marca el fin del calendario escolar y el principio del verano. Los adolescentes se muestran pletóricos de sensaciones y juegan con el deseo. Todos, excepto una joven de 15 años, Livia, una solitaria que prefiere montar a su caballo, ahogar sus penas con éste, dejarse llevar, pasear... hasta que una caída hace que conozca a Jean Susini, un bombero que la ayuda. Ella se enamora de él y lo persigue con pasión, con deseo... hasta límites insospechados, hasta lo irreparable...
REFERENCIA

Claire Simon (Inglaterra, 1955) estudió etnología árabe y berebere, es cineasta autodidacta que trabajó para la televisión a inicios de los noventa. En 1997 filmó Sinon oui su primer largometraje de ficción, inquietante película sobre una mujer que finge estar embarazada.

Alejada de los caminos triviales, Simon ha realizado documentales para la televisión, un tanto híbridos, junto con los alumnos del TNS (Instituto de Estudios de Mercado y Sondeos de Opinión).

Basándose en relatos reales, que paradójicamente revelan su gusto por lo romántico, recrea el romance de su hija en 800 km de distancia (2002), y en Mimi (2003) escucha a una amiga, quien le cuenta su vida banal y única.

En 2006 regresó al terreno de la ficción con Está que arde (Ça brûle), que se presentó en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes.

Simon ha apuntado que siempre hay una historia verdadera tras el origen de sus guiones. En este film sobre el enamoramiento fatal de una quinceañera hacia un bombero felizmente casado, la protagonista no encuentra otro medio de atraerle que no sea prenderle fuego a la campiña de la Provenza. "He oído en parte esa historia, con una joven que encendió un fuego. Es un gesto muy de la gente joven, ya lo hemos visto en los barrios de las periferias en Francia", ha señalado la realizadora quien destacó en su país que el estereotipo del pirómano es el de "un viejo obsesionado con el sexo" y decidió darle una vuelta con el personaje de una quinceañera.

"Quería hacer una película fría en pleno verano" apunta Simón quien destacó que la secuencia del incendio -una de las más aclamadas de la película- fue una de las más difíciles de rodar. "Tardé mucho tiempo, casi dos años" en lograr lo que quería.

Simon acudió a muchos incendios forestales cámara en ristre para encontrarse al llegar que ya habían sido sofocados. Pero nada fue en vano. "Así aprendí lo que es un fuego e hice lo contrario de lo que hace Spielberg. Para él, el fuego no es más que un decorado pero lo bomberos hablan del fuego como de una persona, es un dragón distinto en cada incendio".

Toda la trama sucede en un sólo día y la propia realizadora reconoce que hasta que no se produce el incendio "no ocurre nada" por eso su cámara se desliza por "la topografía" y los personajes. Todos muy jóvenes, la protagonista y otros chicos del pueblo con los que se relaciona, y que viven en un momento en el que "el aburrimiento es un estado en el que se reflexiona mucho".

(Declaraciones de Claire Simon tomadas de www.lavozdeasturias.es)