SINOPSIS
Dos hombres con muy pocas cosas en común: Willy Beachum, un joven y ambicioso fiscal cuya carrera está empezando a despegar, y Ted Crawford, un ingeniero de mediana edad que acaba de disparar a su mujer a sangre fría. Sin embargo, ambos hombres se encuentran cara a cara en un camino directo al desastre. Crawford resulta ser tan complejo e impredecible como el crimen que ha cometido y, mientras el caso perfecto de Willy comienza a desmoronarse, el futuro del joven fiscal parece destruirse con él.
REFERENCIA

Gregory Hoblit (Texas, 1944) antes de dirigir para cine fue director de algunas series de televisión. La profesión de su padre, agente de la ley, debe haber influido en buena parte de sus largometrajes, pues desde su ópera prima, La raíz del miedo (Primal Fear, 1996), hasta su más reciente Crimen perfecto (Fracture, 2007), los argumentos tienen que ver con asuntos legales, con excepción de sus dos filmes que van en la onda del cine fantástico: Poseídos (Fallen, 1999) en la que Denzel Washington perseguía al espíritu de un asesino que huía a través de los cuerpos de otras personas mediante el contacto, y Desafío en el tiempo (Frequency, 2000) en la que un hombre se comunicaba con su fallecido padre a través de una vieja radio para advertirle del accidente que le había costado la vida. En La raíz del miedo Richard Gere interpretaba a un abogado que se encargaba de la defensa de un joven asesino del arzobispo de Chicago, mientras en En defensa del honor (Hart’s War, 2002) era Colin Farell el estudiante de leyes encargado de defender a un oficial negro en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora en Crimen perfecto se contraponen la ambiciosa figura del joven fiscal encarnado por Ryan Gooslin, y el ingeniero que interpreta Anthony Hopskins que le dispara a sangre fría a su esposa adúltera.