SINOPSIS
Jean-Baptiste Grenouille nació en mitad del hedor de los restos de pescado de un mercado y fue abandonado por su madre en la basura. La autoridad se hizo cargo del bebé y sentenció a su madre a la horca. El chico creció en el ambiente hostil de un hospicio, nadie le quería e incluso sus compañeros intentaron asesinarle. Había algo que le hacía diferente: no tenía olor. Sin embargo, Jean-Baptiste poseía un olfato excepcional. A los 20 años consigue trabajar para el perfumero Baldini, quien le enseña a destilar esencias. Pero él quiere atrapar otros olores: el del cristal, el cobre... y, sobre todo, el de ciertas mujeres. A cambio de un centenar de fórmulas de nuevas fragancias con las que Baldini podría hacerse rico, éste le escribe una carta de recomendación para que pueda aprender el arte de enfleurage en la capital mundial del perfume: Grasse. Una vez allí, conseguirá su objetivo: un magnífico perfume cuyo ingrediente es la esencia de jóvenes muchachas.
REFERENCIA
A los 11 años Tom Tykwer (Wartppull, Alemania, 1965) se divierte haciendo sus primeros filmes con una cámara de Super 8. Cinéfilo empedernido, sin llegar todavía a la adolescencia, se encarga de la programación de una sala de cine de Berlín y se convierte en lector de guiones. En 1990 realiza su primer cortometraje Because, al que le sigue Epiloq en 1992 y al año siguiente su primer largometraje Die Tödliche Maria. Aquí las influencias de películas de horror de su juventud son muy evidentes, aunque todo se desarrolle como un melodrama de amor. La historia insólita y el estilo visual extravagante de la película crearon un movimiento en la industria cinematográfica alemana.

Winterschläfer (1997), su segundo largometraje, es premiado como Mejor director en el festival de Gijón. Pero será el año siguiente cuando dirija la furiosa carrera de Lola, interpretada por Franka Potente –que sería su compañera sentimental hasta el 2002- en Corre, Lola corre (Lola Rent, 1998) que su nombre se impondría a nivel mundial. Vuelve a trabajara con esta actriz en el drama romántico Der Krieger und die Kaiserin (The Princess and the Warrior, 2001).

Guionista y regularmente compositor de la banda sonora de sus filmes, Tom Tykwer acepta en 2002 llevar a la pantalla un guión de Krzysztof Kieslowski intitulado Heaven, primie film suyo con un casting internacional: Cate Blanchett y Giovanni Ribisi.

En 2005 se asoció a otros 19 realizadores de varias nacionalidades para participar en el film de sketches Paris je t'aime. La ocasión de rodar el encuentro amoroso entre Natalie Portman y Melchior Belson para el cortometraje True (2004) le sirve para emprender también, el mismo año, el rodaje de El perfume (Das parfum: Die geschichte eines mörders, 2006), adaptación de la célebre novela de Patrick Süskin, quien desde hacía mucho tiempo se había negado a vender los derechos de su obra. Finalmente el escritor aceptó dejar el proyecto en manos de su amigo, el director, guionista y productor Bernd Eichinger.

Las razones de la negativa de Süskin eran esencialmente porque él deseaba que lo dirigiera, en principio, el realizador Stanely Kubrick. Sin embargo tanto Kubrick, como Martin Scorsese y Milos Forman pensaron que tal adaptación al cine no era posible. Ante el interés de Tim Burton y Ridley Scott por los derechos, la sociedad Constantin Films se apresuró y la dirección de la película recayó en Tykwer.

Y mientras se buscaba al realizador, actores como Johnny Depp u Orlando Bloom estaban interesados en rol del asesino Jean-Baptiste Grenouille; sin embargo los productores se decidieron por el desconocido actor inglés Ben Whishaw.

Ante la pregunta de qué fue lo que le atrajo de la novela, Tykwer ha respondido que tanto la forma como el contenido: “Si la forma se refiere al hecho de que la novela nos hace percibir el mundo a través del olfato, algo que todos compartimos, pero que no había sido explorado o investigado en literatura o cine, sin duda era un gran desafío. Pero en ningún momento pensé que fuera una novela imposible de filmar. Hay algo en su estilo que es distinto a todo, una especie de tragedia irónica. Pero además es una historia fascinante para la puesta en escena, que recorre tanto las clases altas como la vida en las calles del París del siglo XVIII. Es una historia fantástica con una resolución prodigiosa, y con un héroe muy interesante, con quien creo que todo el mundo puede identificarse”.

Tanto en la novela como en la película, hay una escena en donde la muchedumbre es víctima de la poción preparada por Grenouille para salvarse de su ejecución. En esta escena Tykwer contó con la colaboración del famoso grupo La Fura dels Baus: “Ha sido sin duda la escena más difícil a la que me he enfrentado en toda mi carrera. Al visualizarla en mi mente siempre imaginé una coreografía emocional y no sólo física. Pensé por tanto en gente que trabajara en artes relacionados con movimientos corporales. En este sentido, la Fura dels Baus es mi compañía de danza favorita desde hace quince años. La Fura ensayó con toda la gente durante bastante tiempo para que se empaparan del sentido emocional de la escena, porque el resultado que perseguía no era únicamente un muestrario de personas practicando sexo. Buscaba el éxtasis del amor”.

Durante el rodaje, el cineasta sustituyó la ciudad de París por Barcelona (España): “Como el París del siglo XVIII fue destruido, escogimos Barcelona porque es una ciudad con una textura oscura muy adecuada para el filme y mantiene casi intactos muchos escenarios del XVII o incluso XVI", comentó el cineasta.

Tykwer ha dirigido un equipo compuesto por 520 técnicos, 67 actores, una centena de decoradores y 5.200 extras.