SINOPSIS
A finales de 1700 una mujer de la nobleza portuguesa, Eleonora Pimentel de Fonseca, brillante y decidida, elige adoptar los ideales de la revolución y luchar para la afirmación de sus principios. Intenta entonces encender también en Nápoles el espíritu subversivo que se estaba propagando a lo largo de Europa; sin embargo, el furor de la represalia borbónica acabará con sus sueños y con los de muchos de sus compañeros.
REFERENCIA
La realizadora Antonietta De Lillo (Nápoles, 1960) se inicia en el medio audiovisual como asistente de cámara en producciones cinematográficas y televisivas. En Roma funda con Giorgio Magliulo la sociedad de producción Angio Film, y realiza su primer largometraje de ficción: Una casa in bilico (1985), premiado en Taormina, al que le siguió Matilda (1990).

En 1992, ingresa al grupo Teatri Uniti y allí Angio Film, produce la ópera prima de Mario Martone, Morte di un matematico napoletano. Funda en Nápoles el centro de producción Megaris y se dedica al video-retrato, filmando: Angelo Novi fotografo di scena (1992), Promessi sposi (1993), La notte americana del dottor Lucio Fulci (1994), Ogni sedia ha il suo rumore (1995), Viento 'e terra (1996).

Regresa en 1995, al largometraje con Racconti di Vittoria, y dos años más tarde realiza Maruzzella, episodio del film colectivo I Vesuviani, que concursó en Venecia. Con Non è giusto ha participado en el festival de Locarno en 2001.

El resto de nada (Il resto di niente, 2003) adapta la novela homónima de Enzo Striano, la historia de una mujer adelantada a su época: “Como gran parte de los napolitanos, adoro la novela de Enzo Striano que narra la historia de una revolución llevada adelante por una joven aristócrata que se inmola en nombre de una utopía. De igual forma creo que la moralidad que propone el film es muy actual”, ha declarado la cineasta.

Para la realizadora su film no es una obra “feminista en el sentido de que Eleonora de Fonseca –la protagonista del film- lleve adelante una idea de enfrentamiento con el mundo masculino. Al contrario, es una mujer muy romántica, ligada, incluso, a la maternidad, que no propone una ideología feminista sino más bien lucha por una instancia de moralidad y justicia social”.

La reconocida actriz portuguesa María de Medeiros encarna a la protagonista, “no sólo por representar geográficamente la región de origen del personaje de Eleonora, sino porque se trataba de encarnar a una mujer con un temperamento muy fuerte pero que al mismo tiempo es de una fragilidad y sensibilidad muy evidentes”, ha declarado la realizadora.