SINOPSIS
Un murmullo subterráneo resuena en el corazón del bosque. Oculto por el follaje, una chimenea de metal revela pasajes subterráneos que conducen a los sótanos de cinco casas diseminadas a lo largo de un gran parque. El mismo está aislado del mundo exterior por una inmensa pared sin puertas. En una de estas casas, un grupo de niñas de entre siete y doce años se reúnen alrededor de un ataúd. La tapa del ataúd se abre, revelando a una niña de seis años. Su nombre es Iris, quien ahora deberá aprender a bailar como el resto de sus compañeras. La obediencia es de suma importancia y aquella pupila que se rebele o intente escapar es condenada a permanecer en el parque y servir a las otras para siempre.
REFERENCIA
Además de Inocencia (Innocence, 2004), Lucile Hadzihalilovic (Lyon, 1961), quien es egresada de la Femis, ha dirigido y escrito los guiones del cortometraje Good Boys Use Condoms en el año 1998 y en 1996 del mediometraje La Bouche de Jean-Pierre. A su vez, como actriz, ha trabajado en Les Cinéphiles - Le retour de Jean (1989), del director Louis Skorecki, y en la película Carne (1991), de su marido Gaspar Noé, director también del filme Irreversible (Irréversible, 2002) para el cual también trabajó como productora. El mismo rol cumplió en Solo contra todos (Seul contre tous), de 1998.

Inocencia, que tiene como sus actores principales a jóvenes bailarinas entre 6 y 12 años, está inspirada en la novela de Frank Wedekind Mine-Haha (que significa 'Aguas que ríen' en un dialecto americano nativo), escrita en 1888 y subtitulada como "La educación corporal de las niñas".

Rodada en Cinemascope y situada en un presente sin tiempo pero evocador de los años 60, Inocencia no es, estrictamente hablando, un filme de fantasía, sino simplemente la visión de un niño de la vida real, según su directora, quien aclara lo que le interesó de la novela, recomendada por una amiga suya: “Su lado misterioso me cautivó, con ese final tan sorprendente que no da ninguna respuesta, dejando espacio para la interpretación del lector. De hecho, parece ser que esta novela era el primer capítulo de otra novela que se interrumpió a causa de la muerte de su autor. Al mismo tiempo, este texto constituye un todo porque termina cuando las niñas salen del colegio y llegan a la ciudad”.

Continúa la realizadora: “La novela de Wedekind me daba inmediatamente un dispositivo: un lugar aislado del mundo, un parque en el que se practican actividades físicas. También estaba el tren, los subterráneos. Era un modo muy visual de representar las emociones y los estados de ánimo. Me parece interesante que existan lazos móviles entre las cosas. (…) En Inocencia no quería dar explicaciones con la intención de que permaneciese lo más universal posible. En el montaje suprimí por ejemplo un momento en el que la institutriz les dice que son tan sólo huérfanas, me pareció que restringía demasiado. Recorté la película desde el guión hasta el montaje. Me pregunté hasta dónde no debía explicar”.

Ante el detalle de la llegada de las niñas en ataúd, Ladzihalilovic comenta: “No tengo respuesta, de veras. A no ser que mientras leía la novela las imaginaba llegando en ataúdes. De hecho, está escrito que llegan en cajas. ¿Por qué lo asocié con ataúdes? No lo sé, pero me parece evidente. Quizás porque me gustan las películas de vampiros. Y además era comenzar la película como un cuento, como un juego, salir de una caja de juguetes. De ahí la idea de declinar el motivo visual de la caja a lo largo del filme: la caja de las cintas, el reloj. Extrañamente, el ataúd es el único motivo fantástico de la película, pero es un modo de hacer realista esta caja de la que habla Wedekind en la novela.

Premios:
º Festival de Cine Fantástico de Amsterdam, Holanda, 2005: Premio a la mejor película de fantasía.
º Festival Internacional de Cine de Estambul, Turquía, 2005: Premio FIPRESCI a Lucile Hadzihalilovic.
º Festival Internacional de Cine de Donostia-San Sebastián, España, 2004: Premio Altadis-Nuevos Directores a Lucile Hadzihalilovic.
º Festival Internacionalde Cine de Estocolmo, Suecia, 2004: Premio a mejor fotografía y Caballo de Bronce a Lucile Hadzihalilovic.