En los años 60 y como parte de un experimento científico se introdujo una especie de pez en el Lago Victoria. La especie introducida, la Perca del Nilo, encontró un hábitat inmejorable para su desarrollo y su voracidad acabó con el resto de fauna autóctona. Así y todo, siguió desarrollándose de tal manera que las capturas del nuevo pescado se exportan a todo el mundo. La actividad pesquera ha introducido un nuevo cosmos en las orillas del lago Victoria. Hasta esa zona llegan los gigantescos aviones rusos de carga repletos de armas para los conflictos bélicos de esta parte del mundo. Alimentos y armas han atraído a su vez a toda clase de personajes, jóvenes pescadores autóctonos, empresarios indios, ministros africanos, pilotos rusos y prostitutas tanzanias.

Hubert Sauper nació en un pueblo de Tyrol, en los Alpes austríacos. Vivió en Inglaterra, Italia, Estados Unidos, y desde hace 10 años está residenciado en Francia. Estudió dirección cinematográfica en Viena (University of Performing Arts) y en París (Paris VIII). Hubert también ha dado clases de cine en Europa y Estados Unidos. Sus últimos documentales escritos y dirigidos por él, incluyendo La pesadilla de Darwin (Darwin’s Nightmare, 2004) han sido premiados en diversos festivales internacionales. Sauper, además, ha sido actor y ha trabajado como tal en algunos cortometrajes y largometrajes.

Señala el realizador: "La idea del film nació cuando hacía mis investigaciones para otro documental, Kisangani Diary (1997), cuyo argumento era el seguimiento de los refugiados que huían de la rebelión congolesa. En 1997 yo había sido testigo por primera vez del tráfico improbable de estos enormes aviones de carga llenos de alimentos”.

Continúa Sauper: "Mientras que un primer avión de carga aterrizaba con 45 toneladas de pesos de chicha de América para alimentar a los refugiados en los campos vecinos de la ONU, un segundo despegaba para la Unión Europea con 50 toneladas de pescado fresco a bordo. Mi búsqueda y los lazos de amistad que pude tejer con la tripulación de uno de los aviones de carga rusos me permitieron descubrir lo impensable. Los aviones de abastecimiento no sólo traían la ayuda humanitaria de los países desarrollados sino igualmente las armas. Así, estos aviones traían a los refugiados la chicha que les alimentaba la jornada y las armas que los mataban en la noche. En la mañana era que mi cámara temblorosa filmaba en esta jungla hedionda a los cadáveres y los campos destruidos".

Premios:
Premio de la Academia Europea de Cine al Mejor documental europeo 2004.