Un hombre anónimo vaga por un escarpado paisaje mexicano. Se cruza con un muchachito que está ayudando a un grupo de cazadores. Él le confiesa al chico que quiere subir a las montañas para matarse. Los cazadores lo guían hasta un pueblito remoto situado en un cañón. Encuentra alojamiento en la casa de una anciana, una viuda rústica y devota llamada Ascen, cuyos parientes la están estafando, tratando de despojarla de su propiedad. Abrumado por sueños vívidos, el extraño intenta el suicidio, pero falla. Los días pasan, y visiblemente afectado por la bondad de su altruista anfitriona, pareciera que él ha encontrado una razón para seguir viviendo...

Carlos Reygadas (Ciudad de México, 1971) estudió Leyes Internacionales y Conflictos Armados en México y Londres, pero su pasión por el cine no le dejó terminar la carrera. Realiza su primer corto en 1998, Adulto; luego continúa haciendo cortos hasta que en 2002 debuta en el largometraje con Japón, escogido para participar en la Quincena de Realizadores en Cannes y concurre al Festival de La Habana en la categoría de Opera Prima.

Alejado de los cánones de realización convencionales y producido de manera totalmente independiente, Reygadas, a los 31 años, realiza una de las obras más sorprendentes y arriesgadas del cine contemporáneo mexicano, Japón, cuyo estreno en Francia se llevó a cabo con 24 copias y estuvo tres meses en cartelera.

El cineasta habla de la idea de su film: "Tenía ganas de contar algo desde la casa de mi abuelo en Ayacazintla, Hidalgo, un lugar que me parece imponente, y buscando un pretexto se me ocurrió la idea del tipo que busca la muerte y se dirige hacia allí. Eso me ayudó a justificar que un hombre con una sensibilidad tan despierta explorara el lugar y estuviera tan atento a la luz, a los sonidos que surgen después de estar mucho tiempo en silencio. Supongo que un hombre a punto de morir está particularmente alerta a las cosas que lo rodean, pues es consciente de que será la última vez que las vea. Yo partí de esto y todo se desarrolló de golpe. Nunca pensé en maquillar las locaciones. No agregué nada falso ni artificial, más bien me la pasé evitando que el film resultara exótico. En México hay tanto color que no es necesario agregarle nada.

Sobre su forma de trabajar el autor explica: "Mi sistema de trabajo no me hará popular en el medio, pero así fue: trabajé de una manera totalmente mecánica y bressoniana. Mis actores se representaron a sí mismos, yo les decía qué hacer y decir, a qué hora y con qué nivel de voz. Lo único que les pedí fue que no se metieran en ningún papel, jamás les pedí que trataran de representar la nostalgia o la angustia. Mi actriz principal, por ejemplo, nunca conoció el guión íntegro, sino que se aprendía una escena de memoria, la actuaba y hasta entonces le mostraba la siguiente.

Festivales y premiaciones:
* Festival de Cannes (Cámara de Oro - Mención Especial)
* Festival Internacional de Cine de Bratislava (Grand Prix y Premio del Jurado a Carlos Reygadas)
* Festival de Cine Independiente de Buenos Aires (Mejor Actor a Alejandro Ferretis, Mejor Película a Carlos Reygadas)
* Festival de Cartagena (Premio India Catalina a la Mejor Película)
* Festival de Cine de Edimburgo (Premio al Director Debutante)
* Festival de Cine de La Habana (Coral a la Mejor Opera Prima)
* Festival de Cine de Estocolmo (Premio del Público)
* Festival de Cine de Sao Paulo (Premio de la Critica - Mención Honorífica)
* Festival de Cine de Tesalónica (Mejor Director).