SINOPSIS
Solimar es una técnica de uñas que reside en Nueva York hace mucho tiempo. Ella se obsesiona con las violentas prácticas sexuales de sus nuevos vecinos caribeños; un dominicano llamado Roberto y su esposa haitiana Perpetue. Solimar, como voyerista de la vida íntima de éstos, un día atestigua un encuentro particularmente violento. Luego Perpetue desaparece. Aparentemente regresó a la República Dominicana a ver a sus hijos. En su ausencia, Solimar y Roberto desarrollan una intensa y violenta relación amorosa hasta que la repentina aparición de un cuerpo de mujer flotando en el Río del Bronx despierta sospechas en Solimar.
REFERENCIA

El guionista, productor y realizador puertorriqueño de cine, teatro y televisión Ari Maniel Cruz (San Juan, 1978) es egresado del departamento de Comunicaciones de la Universidad del Sagrado Corazón en Snturce. Luego cursó estudios de postgrado en guión de cine en el Centro de Capacitación Cinematográfica en Ciudad de México. Fue el escritor de la premiada pieza teatral de Off-Broadway “La barbería”, además de varios libretos para productores en Hollywood y en Nueva York. Arí Maniel ha impartido cursos de cine en Puerto Rico y Estados Unidos y es fundador de la compañía La Teta Productions LLC. Piel (Under My Nails, 2012) es su primer largometraje.

El director ha dicho que con el título original de la cinta “Under My Nails”, algo así como ‘escarbando bajo la uña’, quiso realizar “una especie de parodia a la canción ‘I Got You Under My Skin’, de Frankie Vallie and The Four Seasons”.

Piel es escrita, coproducida y protagonizada por Kisha Burgos, esposa del realizador Ari Maniel quien cuenta que “Cuando estábamos en Puerto Rico mi mujer y yo fuimos movidos por la declaración de una señora muy mayor que dijo: «en este pueblo los hombres se convierten en lagartijos» que tiene que ver con la partida para la guerra”, declara el realizador. Mi mujer, Kisha Tikina Burgos, hizo un cuento sobre aquella frase y yo le dije «esto es como meter a un elefante en un Wolsgwagen, mejor hagamos un largometraje». Presentamos el proyecto a las autoridades en Puerto Rico y no recibimos ningún apoyo por lo que nos mudamos a Nueva York. El financiamiento llegó por los amigos, todo el mundo cooperó y yo recibí toda esa energía positiva en beneficio de la película, incluso establecimos una cláusula en el contrato de que las ganancias eran para todos. No podía ser de otra forma. La cinta desembocó en la historia de una boricua que después de una experiencia traumática decide aislarse y recibe la compañía de dos vecinos, uno dominicano y la otra haitiana, con una ardua experiencia amorosa que a ella la mueve a enrolarse con el hombre a la partida de la mujer, pero un día aparece el cadáver de la mujer y esto provoca que ella se replantee toda la relación con su compañero”. (www.cubanow.net)

La película participó en el Festival Latino de Nueva York, donde consiguió el premio a la Mejor película y en el Festival de Puerto Rico, entre otros.

“Nuestra película es el resultado de un viaje que no termina”, afirma el realizador. “Lo mejor y peor de nosotros como individuos y en colectivo, dentro y fuera de Puerto Rico. En ella exportamos la colonización del individuo utilizando el exilio como circunstancia fatal y la cruda sexualidad como catalítico de conflictos íntimos y personales. Solimar, nuestro personaje, es tan impredecible como la marea. Cuando crees que la conoces te prueba lo contrario. La incertidumbre se vuelve rutina en la alborotada pero solitaria ciudad en que vive. Una verdad sazonada con nuestra realidad caribeña y servida en una fonda de la Gran Manzana. La acompañan dominicanos y haitianos y nuestro amor y odio. A final de cuentas no es una historia sobre Puerto Rico, sino sobre soledad y exilio y sus distorsiones”. (www.prpor.org)