SINOPSIS
Anne, una mujer adinerada, madre de dos hijos, afincada en París y periodista de investigación para la revista Elle, está escribiendo un artículo sobre la prostitución estudiantil. Sus encuentros con dos universitarias ferozmente independientes, Alicja y Charlotte, le producen un profundo desasosiego, obligándole a poner en duda sus convicciones más arraigadas acerca del dinero, la familia y el sexo.
REFERENCIA

La guionista, productora y realizadora polaca Malgorzata Szumowska (Cracovia, 1973) estudió dos años Historia del Arte antes de empezar sus estudios de cine, graduándose luego en la célebre escuela de Łódź, con un corto documental Cisza (Silence, 1998), en el que intentaba capturar la vida sencilla y rural de una familia polaca.

Su primer largometraje fue Szczęśliwy czlowiek (Happy Man) en 2001, nominado a los Premios del Cine Europeo, cuya trama explora las complicadas relaciones entre tres personas que enfrentan dificultades enormes por alcanzar la felicidad. En su siguiente cinta Ono (2004), se centró en la relación entre una mujer embarazada y el bebé que está esperando.

Ojciec (Father, 2005) fue uno de los trece relatos dirigidos por cineastas polacos contemporáneos para celebrar el 25º aniversario del movimiento “Solidaridad” y que conformaron el largometraje Solidarność, Solidarność, en donde la realizadora se basó en las experiencias de su padre utilizando material de archivo.

Un avance significativo en la emergente carrera de Szumowska fue en 2008 con 33 sceny z życia (33 Scenes from Life), protagonizada por Julia Jentsch, que ganó un premio especial en el Festival de Cine de Locarno. Inspirada en su propia vida, aunque ella se cuida de subrayar como de "no autobiográfica", la película cuenta la historia de Julia, una talentosa fotógrafa casada con un compositor exitoso, cuya perfecta y económicamente confortable vida inesperadamente se ve interrumpida.

Luego de trabajar como coproductora en el controvertido film Anticristo (2009) del danés Lars von Trier, Szumowska completa su proyecto internacional, Ellas (Elles, 2011), protagonizado por Juliette Binoche, cuyo estreno mundial tuvo lugar en el Festival de Cine Internacional de Toronto.

El proyecto de Ellas se inició con la productora Marianne Slot y la guionista Tine Byrckel, quienes buscaban producir una película sobre las jóvenes obligadas a prostituirse para pagar sus estudios. La idea era reflexionar sobre el tema sin hacer un juicio. Fue después de ver la película 33 sceny z życia, que las dos mujeres decidieron invitar a Szumowska para que rodara la película.

La novelista y feminista británica Virginia Woolf fue una importante fuente de inspiración para la guionista de Ellas, gracias a una aguda descripción de la condición de las mujeres retratadas por la autora en su novela “Mrs. Dalloway”. Tine Byrckel ha puesto mucho de eso en este retrato centrado en el trayecto de una mujer constantemente seguida en sus acciones más mundanas.

Para la construcción del guion, las encuestas se llevaron a cabo en Francia y Polonia con las niñas que se inician voluntariamente en la prostitución. El resultado sorprendió tanto a la directora como a la guionista pues lo que arrojaban estos estudios es que las mujeres escogen el placer en las relaciones sexuales por dinero, en lugar de ser "meras" víctimas.

Ellas busca seducir y emocionar al espectador para convertirlo en una especie de cómplice de la prostitución. Szumowska considera que este punto de vista provocativo representa una buena manera de suscitar la reflexión del público.

Para los papeles de las dos estudiantes que se prostituyen, Szumowska llamó a Anaïs Demoustier, una joven actriz cada vez más solicitada, y a Joanna Kulig, quien tenía tantas ganas de ganar el papel que le mintió a la directora diciendo que hablaba francés. Al darse cuenta que esto no era cierto, la cineasta encontró esta actitud estimulantemente atrevida por lo que al final pensó que encajaba perfectamente con el personaje.

La realizadora polaca se define como una "feminista nata", aunque no forma parte de las activistas del movimiento por los derechos de las mujeres. La cineasta cree que Ellas probablemente no agrade a los hombres, "porque el film les devuelve un sentido de sí mismos que no les va a gustar. Es posible que los hombres sepan que a través de la prostitución ellos exploten a las mujeres, pero la idea de que pueden ser ellos mismos los explotados no se les viene a su mente ", explica la directora. En cuanto a Juliette Binoche, la actriz ha rechazado la idea de que se trate de una película feminista porque "hablar de la mujer, de lo femenino, de la intimidad, no es ser feminista necesariamente ".

Con Ellas, Malgoska Szumowska admite que aprendió mucho sobre el sexo, la intimidad y la soledad de las mujeres que cree se mueven en su película: "En cierto modo, esta película me ha hecho convertirme de verdad ¡en una mujer!"