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WWW.ELUNIVERSAL.COM / Juan Antonio González / Fotos: Aureliano Alfonzo (de la serie fotográfica 'Rostros del Cine Venezolano') / Jueves 03 de Febrero
Falleció el cineasta Oscar Garbisu, defensor de la memoria fílmica del país
Falleció el cineasta Oscar Garbisu, defensor de la memoria fílmica del país

Por décadas dirigió el Archivo Fílmico de la Cinemateca Nacional, y muchas veces se escuchó su voz de alerta ante la amenaza de pérdida definitiva de algunas relevantes películas del cine venezolano

 

 

¿Qué sería de nuestro imaginario visual, cinematográfico, sin el entendimiento que tuvo Oscar Garbisu de la necesidad de preservar, restaurar y conservar "viejas" películas venezolanas? Pocos como este hombre delgadísimo y fumador empedernido, le hablaron al país acerca de la importancia de salvar de la desaparición buena parte del patrimonio fílmico nacional. Pero muchas más veces de lo que se desearía, su voz no fue escuchada ni atendida en una Venezuela enferma de olvido, indolente con el pasado, indiferente ante los aportes de quienes nos precedieron.

 

Oscar Garbisu falleció la madrugada del miércoles 2 de febrero de 2022, en Caracas. Sus pulmones no resistieron tanto cigarrillo. La noticia la dio a este diario el fotógrafo y artista visual Vasco Szinetar, quien, de inmediato, revisó su archivo para encontrar en él una imagen que bien habla de cómo era quien por décadas estuvo al frente del Archivo Fílmico de la Fundación Cinemateca Nacional: franco, directo, sin poses ni discursos acomodaticios.

 

A Garbisu lo entrevisté, por primera vez, para el viejo Diario de Caracas, allá por la década de los noventa. Y de aquella conversación con él me quedó la sensación de haber estado frente a un científico con el humanismo a flor de piel. Y es que Oscar Garbisu era tanto un experto en la composición química del celuloide, ese material que atrapa los sueños pero que no es eterno, como un cineasta sensible que en 1979 dirigió un cortometraje de título premonitorio e inquietante: El patio se está hundiendo, y que, quizás adelantándose a la obra de Cabrujas, "Profundo", cuenta la historia de una vieja casa de pueblo en la que se inician algunas reparaciones por unos hundimientos en el patio. Con las primeras excavaciones se encuentran restos de un cementerio indígena, lo que hace pensar en la posibilidad de hallar un 'entierro de morocotas'.

 

La de Garbisu fue una permanente voz de alerta ante la amenaza de la pérdida definitiva de, por ejemplo, documentales como los que realizó la Shell en los años cincuenta y colecciones como las de Carlos Tinoco, José Agustín Catalá y el Museo Histórico Militar, claves para poder responder a una pregunta insoslayable cuando se intenta saber quiénes somos, de dónde venimos.

 

Al periodista Humberto Sánchez Amaya, por ese entonces -2016- reportero de El Nacional, le reveló con una serenidad que represaba su angustia, que películas como El pez que fuma (Chalbaud, 1977), La boda (Thaelman Urgelles, 1982), Soy un delincuente (Clemente de la Cerda, 1976) y varias obras de no ficción de Jesús Enrique Guédez, estaban a punto de perderse, suerte que también corrían diversos documentales folklóricos y antropológicos. Eso fue hace cinco años atrás, ¿cuál será la realidad ahora?, ¿qué otras películas venezolanas estarán corriendo el mismo riesgo? Solo lo sabía Oscar Garbisu.

 

 

Más que escribir acá una reseña biográfica de Oscar Garbisu, he optado -y que se me perdona el atrevimiento- por resaltar el mayor de sus aportes como hombre de la cultura, como ciudadano, como ser sensible y como creador: la defensa de un Patrimonio, como muchos otros en este país, en peligro. La memoria, Oscar...

@juanchi62