Noticias
HTTPS://TN.COM.AR/ / Agustina Sturla / Jueves 11 de Julio
Poca producción nacional y una baja histórica en el consumo: el complejo panorama del cine en la Argentina
Poca producción nacional y una baja histórica en el consumo: el complejo panorama del cine en la Argentina

Los números del primer semestre no fueron auspiciosos, aunque dos películas podrían cambiar la ecuación en el balance de fin de año. El rol de las plataformas de streaming en un cambio de hábitos.

 

 

En un contexto de crisis económica, sumado a la decisión del Gobierno de desmantelar el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), la industria del cine se vio fuertemente afectada. De acuerdo al testimonio de los especialistas, la situación se profundizó este año y los números muestran que el consumo está en el nivel más bajo en décadas.

 

“Está complicado para el país y para el cine, mucho más. Es un negocio de riesgo. El INCAA está paralizado y, si bien se están haciendo algunos pagos de películas del año pasado, no se pueden presentar nada. Los proyectos dependían en gran medida del Instituto y ahora la única financiación que se consigue es de plataformas o de privados”, sostuvo Hernán Findling, presidente de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, en diálogo con TN.

 

Según detalló, hasta el momento hay siete películas nacionales filmadas y para fin de año llegarían a las 10. “De hacerlas, solo habría una o dos, como mucho, de autor. Al no estar el INCAA no hay manera. Así, las películas van a ser muy comerciales y la parte identitaria a corto y mediano plazo se va a perder”, opinó. Y advirtió: “El panorama no es alentador para el cine de autor ni para los nuevos realizadores. Pero hay que pasar esta tormenta”.

 

En ese sentido, Carina Rodríguez, editora de Ultracine, señaló que los films argentinos desaparecieron de los rankings: “En 2024 no registramos casi películas nacionales. El año pasado tuvimos algunos fenómenos como Muchachos, que fue la película nacional más taquillera, y Cuando acecha la maldad, pero eso no se ve ahora”.

 

Si bien Findling destacó la calidad de la industria nacional, tanto en producción como en actores, directores y realizadores, planteó la necesidad de que ese talento se explote para reactivar la industria: “Sabemos que el INCAA hizo cosas muy buenas en determinados momentos y que había muchas cosas para cambiar, pero no para hacer los recortes que están haciendo. Tenemos el potencial para llevarlo adelante si desde el Gobierno fomentaran toda la parte cultural. Pero no se dan cuenta de que perdemos mucho dinero que podría entrar por lo audiovisual y los servicios de producción”.

 

Los números del primer semestre y una película que equilibró la balanza

Por otro lado, globalmente hay una marcada baja del consumo desde 2020: “El consumo de la taquilla de cine viene a la baja después de la pandemia. Pero este año está siendo catastrófico a nivel mundial, una de las peores bajas de los últimos 40 años, lo que lleva a cuestionarse los modos de producción”, indicó Rodríguez.

 

Esta situación, particularmente en el país, se acrecentó con la crisis. En el primer semestre de 2024, la baja fue del 25% respecto al mismo período del año pasado, lo que se traduce en 17.386.664 entradas vendidas contra 21.715.618 del 2023. Hay múltiples variables que lo explican:

 

• Aumento de los servicios: este es uno de los principales problemas que impactó de lleno en las cadenas de salas de cine. Las subas en las facturas de luz tuvieron un fuerte efecto y varias salas tuvieron que cerrar sus puertas, disminuir la cantidad de funciones o no proyectar todos los días porque el pago de las tarifas se les volvió cuesta arriba. Esta situación se repite no solo en la Ciudad y en el área metropolitana, sino también en el interior del país. “Hay muchas salas que abren solo cuatro días para disminuir los gastos. Se tuvo que reacomodar la oferta. De hecho, hubo varias salas, como la del Teatro Pico en La Pampa, que decidieron abrir uno de los dos auditorios porque no podían pagar la luz”, relató la analista de Ultracine.

 

• Precio de las entradas: si uno piensa en otras actividades, se puede decir que el valor del ticket es relativamente accesible (en las principales salas cuestan entre $6500 y $7200). En ese sentido, Rodríguez explicó que los empresarios no pueden trasladar cada aumento de los servicios al importe de las entradas “porque saben que no viene nadie”. “El precio en Argentina no se ha aumentado a la par de la inflación porque saben que están desalentando el consumo y se da el efecto contrario”, analizó. Por ello, los grandes complejos ofrecen promociones todos los días con diferentes bancos o convenios para incentivar esa salida.

 

• Oferta poco atractiva: aunque esto es bastante subjetivo, la realidad es que influye mucho qué opciones hay en cartelera para atraer a los espectadores. El año pasado hubo películas como Barbie u Oppenheimer que generaron un furor inmediato y quedó demostrado en los números finales. Este año, de no ser por la reciente estrenada Intensa- Mente 2, no hubo grandes estrenos o no terminaron de convencer “Títulos no convocantes, plataformas muy grandes dando simplemente una ventana de pocas semanas, estrenos que podías ver en el cine y rápidamente en streaming hace que la gente esté menos tentada para ir al cine”, sumó Findling.

 

• Caída abrupta contra un año atípico: estos números se ponen de manifiesto no solo por el contexto, sino porque la brecha con la situación en 2023 es amplia. El año pasado fue un año en el que la Argentina transitó a contramano de lo que fue la industria mundial. Hubo buenos números, mejores incluso que antes de la pandemia. Con lo cual, la diferencia en relación con lo que pasa actualmente es evidente.

 

Este año, la tendencia venía muy por debajo del promedio. De acuerdo a lo que precisó Rodríguez, el panorama de las salas era desolador: abril y mayo habían cerrado con un descenso de más del 55% y la baja anual era -hasta ese momento- del 38%.

 

Sin embargo, la situación comenzó a revertirse en junio luego del estreno de Intensa-Mente 2, la última película de Disney y Pixar: “Revitalizó la taquilla y marcó un récord histórico, ya que en el sexto mes del año se vendieron 6.524.678 de entradas”.

 

“Gracias a esta película y a Mi villano favorito 4 se recuperó en entradas lo que se perdió en el primer semestre”, subrayó Findling. El film protagonizado por el querible Gru y los minions, que apareció en la pantalla días después, también ayudó a que junio contrarrestara los números y cerrara el mes equilibrando la balanza. “Esto también muestra que si la oferta es atractiva, el público acompaña”, remarcó la representante de Ultracine.

 

Con este respiro, las cadenas de cine están expectantes a lo que pueda llegar a pasar en las vacaciones de invierno, que se suman a la pantalla Deadpool & Wolverine (Marvel); La otra cara de la luna (Sony) y Tornados (Warner Bros).

 

¿El boom de las plataformas afecta a las salas de cine?

Las plataformas en 2024 no son novedad. Pero cada vez son más y ofrecen una mayor cantidad de contenidos. Incluso, gran parte de las películas que se estrenan en la pantalla grande terminan volcados en estas aplicaciones rápidamente, lo que lleva a preguntar si es un motivo más que afecta a los cines.

 

Hay usuarios que eligen directamente ver un film desde la comodidad de su casa sin importar que el film todavía esté en salas. Otros, priorizan la experiencia y el “ritual” de la salida del cine. “Son ventanas de exhibición diferentes, cada una tiene su negocio y, además, son dos tipos de consumo distinto. Alguien que quiere ver una película porque es fanático de un personaje, de una saga o de un actor no espera al streaming y va a la sala de cine. Las plataformas tienen otro tipo de público”, desarrolló Carina.

 

Para el director y productor Findling, las plataformas son positivas porque son una gran fuente de trabajo y en Argentina hubo muchas apuestas en los últimos años. De todas formas remarcó: “Es bueno siempre y cuando haya un instituto de cine que balancee todo. Si solo las plataformas producen, perdemos individualidad, identidad y cultura. Se produce lo que solo quiere el mercado y eso no es positivo. Es más difícil que haya un intercambio generacional”.

 

“A lo largo de la historia, el cine compitió con la televisión, la radio, los lugares para alquilar películas, el DVD y otras cosas. Las plataformas van a ser una más, porque el cine siguió y creció. Y si bien es cierto que en los últimos 12 años paró el crecimiento, creo que se va a recuperar”, cerró optimista.