- Nos ha dejado un gran artista del medio cultural venezolano, un hombre que nos mostró lo que podía lograr con su guitarra, incorporando ritmos y melodías de diversos géneros musicales para convertirla en algo muy suyo pero también para deleitarnos.
- En cine compuso las bandas sonoras de varios largometrajes y cortometrajes.
Músico, compositor, arreglista, promotor cultural… Aquiles Báez, un artista de la guitarra a la cual ya no se pudo ver igual luego de ser reinventada en su ejecución por uno de los más talentosos del medio artístico venezolano.
A los 58 años, el maestro nos dejó y lo hizo durante una gira, por Europa, luego que el mundo se estaba recuperando de la pandemia. Murió en la ciudad alemana de Aachen, en casa de un amigo, en donde se hospedaba. Se fue mientras dormía, de una falla cardíaca.
Para muchos, era uno de los mayores representantes de la música tradicional venezolana, con su guitarra, pero también fue capaz de pasearse y deleitarnos con el jazz, el bossa nova, la música clásica y los ritmos tropicales.
Su gira por Europa, que comenzó por España, Barcelona, debió terminar en Lisboa, luego de haber visitado y complacido con su extraordinario arte a los públicos de cincos países. Solo lo hizo en tres, además de España, en Suiza y Alemania, le faltaron Francia y Portugal.
Su ejecución musical poseía un estilo personal e innovador, incorporando sofisticadas armonías con elementos rítmicos, creando así un sonido único que le pertenecía, lo que lo convirtió en uno de los músicos venezolanos más destacados de los últimos tiempos.
Nacido en Caracas (1964), Baez tocaba el cuatro, la guitarra, además del tres y varios instrumentos de percusión. Su legado lo conforman 17 discos suyos, así como también más de 200 grabaciones discográficas con otros artistas y participaciones en conciertos con figuras de la música de la talla de Aquiles Machado, Paquito D’Rivera, Simón Díaz, Ilan Chester, Nana Vasconcelos, Ensamble Gurrufío, entre otros. Fue además fundador de Guataca, una tribuna desde la cual se propuso promover e impulsar la música contemporánea en Venezuela y apoyar nuevos talentos. Y su alcance no solo fue en Venezuela sino se convirtió en referencia en toda Latinoamérica.
Para el cine Aquiles Báez fue el autor de las bandas sonoras de los largometrajes Rosa de Francia (1995) de César Bolívar, La pluma del arcángel (2002) de Luis Manzo y Libertador Morales, el justiciero (2009) de Efterpi Charalambidis; y de los cortometrajes El chancecito (2004) de Charalambidis, Cunaro (2007) de Alexandra Henao y Resurrección (2013) de Angelo Freda y David Ortiz.
Un nuevo gran vacío queda en la cultura venezolana con la partida de este gran artista de la música.
